¡Comprar mandarinas y naranjas a domicilio!
¿Y de dónde sale todo esto?
Alerta Naranja, más allá del símil con el producto comercializado, nace como una reivindicación al estado crítico de la agricultura en nuestra tierra, situación a la que los agricultores estamos tan acostumbrados, como a la meteorología propia, donde una alerta naranja señala un riesgo importante de fenómenos que ponen en peligro las actividades usuales de la región, la cual en la Comunidad Valenciana es común recibirlas cada año poniendo en peligro, mayoritariamente, nuestra agricultura.
Pero es que además, nos azota la gota fría del desamparo institucional al no fijar un precio digno para los productores, el granizo en forma de naranjas golpeando el suelo y pudriéndose porque a los árboles les dió por madurar su fruto un mes más tarde de la campaña siendo igual de sabrosas, vendavales en forma de intermediarios que arrasan la producción con promesas de comercialización, y calores insoportables, calores que salen de las agallas y corazones de los agricultores.
¡Y de ahí sale todo esto! Hemos llegado a declarar nuestra propia alerta naranja de forma telemática y autónoma, para que puedas comprar mandarinas y naranjas a domicilio y así asegurarnos que el pedacito de nuestra tierra que se ponga sobre vuestra mesa sea un producto que haya madurado en el árbol, respetando su ciclo y el trabajo, dedicación y pasión del agricultor, y no un falso bocado verde, madurado en una cámara frigorífica y amargo, tan amargo como la vida del agricultor cuando intermediarios se cruzan por su camino nublando nuestras opciones de consumo.
¿Dónde estamos?
Rodeados de naranjos, con esos bancales pintados de blanco y huertos minifundistas hemos crecido, ligados de una u otra manera, cualquier familia de esta comarca de Castellón llamada La Plana Baixa.
Y han pasado años prósperos y no tan prósperos, concretamente hasta 5 generaciones en nuestra familia, oliendo el romero del monte y el azahar de la huerta, entre el mediterráneo y la sierra Espadán.
En la Plana Baixa es parte de nuestro ADN, hemos jugado en los huertos de pequeños, hemos hecho deporte por sus caminos, hemos visto atardeceres y amaneceres inolvidables, y por supuesto, los cuidamos para sentirnos orgullosos y poder llevaros un pedacito de nuestra vida a vuestra casa.